Hace ya unos años descubrí que era un lapbook. La verdad que uno a veces conoce las cosas, pero no sabe qué nombre tienen. Hasta ese momento yo ya había experimentado con algunas técnicas como las que desarrollan los lapbook pero no había descubierto este mundo y la cantidad de posibilidades que tiene.
Hoy puedo decir que mi metodología es una metodología lapbook y os voy a contar por qué y cómo he llegado a tomar esta decisión.
Antes de nada, vamos a ver qué es un lapbook y asentemos la base sobre la que despues, voy a desarrollar mi breve reflexión acerca de esta técnica.
Pablo Hermoso en su artículo de Didactalia define el lapbook como una práctica didáctica plástica. Sería algo así como un soporte desplegable en cartulina o cartón que permite exponer un tema.
La verdad, que la tendencia del lapbook se desarrolla de manera muy efectiva en la escuela Americana. Allí, en países como Estados Unidos, es algo que está a la orden del día y que se aplica con mucho éxito entre los estudiantes de allí. El objetivo de esta práctica es que los alumnos sepan ordenar la información y distribuirla en diversos soportes a través de esquemas, fotos, dibujos o desplegables facilitando una mejor comunicación. Esta técnica tiene su origen en los famosos libros pop-up que hemos visto todos alguna vez, que abres y se desplegan.
Pero, ¿existe una metodología lapbook? A mi juicio sí. En mi caso he introducido los lapbook como una herramienta que me permite trabajar mucho los contenidos en clase y aquí comienzo mi defensa.
Hace años vi como los cuadernos de los alumnos siempre eran aburridos y tediosos. Siempre lo mismo, llenamos los cuadernos de ejercicios, de cuadritos amarillos copiados, de dictados... siempre igual... hubo un momento en el que me negué y decidí investigar un poco. Al final me encontré con los lapbook y me gustaron tantos que decidí no aplicarlos como elementos unitarios e independientes... si no como una forma de crear un soporte en el que los niños puedan tener recogida toda la información de manera divertida y agradable, de esta forma cuando estudian y repasan de su propia libreta la experiencia es totalmente interactiva... ¡Interactúan con su cuaderno!
Los cuadernos de mis alumnos se han convertido en obras de arte y no por mi, si no por ellos. De verdad, os lo garantizo, no sabéis la explosión creativa que se produce con los lapbook... cómo inventan... cómo son capaces de ir sintetizando sin darse cuenta...
La metodología lapbook consistiría básicamente en sintetizar la información o el contenido que se ha visto en la libreta a través del uso de pestañas, elementos móviles o tratando siempre de presentar la información de forma que el niño pueda manipularla. Os pongo un ejemplo: si en matemáticas estamos dando los giros de los ángulos... ¿por qué no poner en el cuaderno un ángulo que gira?
Esta metodología me ha permitido trabajar cosas que hasta el momento no me había planteado. Había niños que no sabían agarrar una tijera correctamente... que no tenían una concepción de la estética, del espacio, del uso de los colores... no sabían sintentizar, ni esquematizar... tampoco decidir qué era relevante y que no... todo esto se trabaja de forma paralela con los lapbook. Pero os dejo una lista de ventajas que a mi juicio se desarrollan con esto:
- Aprender a distribuir la información en el espacio.
- Aprecio por la estética de las producciones propias.
- Investigación e indagación para conocer y manejar la información.
- Se trabaja la síntesis, los esquemas, los mapas conceptuales...
- Creatividad y resolución de problemas de una forma creativa.
- Manejo de estrategias para resolver diferentes problemas relacionados con el montaje de diferentes artilugios.
- Potenciar las competencias clave en la creación de resúmenes.
- Habituar al alumno a superar sus inseguridades a la hora de sintetizar la información.
- Aprendizaje de diversa técnicas artísticas y plásticas.
Los niños aprenden a distribuir la información en el espacio de su cuaderno. Les guiamos y enseñamos a cómo hacerlo. Hace unos meses cuando subí a Facebook un recurso que utilicé con mis alumnos en el que yo les indicaba qué colores había que utilizar para qué cosa en el cuaderno... mucha gente decía que estaba quitando libertad a mis alumnos. En mi opinión, les enseño a tener criterio, hoy no les limito, pero ya saben que el color rojo no se puede usar cuando a uno le da la gana... y después de un tiempo guiándoles en el uso del color hoy ya hacen maravillas.
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Esto también tiene sus detractores y es qué para poder llevarlo a cabo hay que echarle horas, tiempo y ganas. Crear las plantillas que los niños después decoran conlleva un esfuerzo por parte de los docentes, que muchos no están dispuestos a hacer. Además, es necesario renunciar a otras cosas en el aula para fomentar estos hábitos y dedicarle horas. Para mi, el resultado merece mucho la pena.
Por ello he creado esta sección que hoy pongo en marcha y que espero os sea muy útil. Se llama "Mis Plantillas Lapbook" y en ella voy a compartir a través de entradas mis plantillas, las que yo uso con mis alumnos y que he diseñado personalmente. Espero que os sean útiles y que os sirvan tanto como a mi. ¡Saludos!